domingo, 22 de noviembre de 2009

INDECICIÓN

Texto escrito hace ya más de un mes,pero posteado hasta hoy porque ayer sábado 21 de noviembre lo volví a leer, pero me contuve, nomás que hoy me decidí por completo a publicarlo:

Hay veces que pasan cosas bastante inesperadas, las cuales te dejan un muy mal sabor de boca. Algunos de esos malos sabores suelen desaparecer con el tiempo y sólo se recuerdan cuando por algúna razón alguien comenta lo que los ha causado o a los involucrados, pero hay veces que siguen presentes porque tienen un muy buen fijador que se compone de uno o varios de los siguientes ingredientes: enojo, odio, coraje, orgullo, miedo, etc.

Hace meses me pasó algo que nunca pensé que me llegaría a pasar con ciertas personas que yo quería mucho. Eso me sirvió para darme cuenta de muchas cosas, de cuánto le puedes importar a los que se dicen tus amigos, de cuánto pueden importarte ellos, de quiénes en verdad estaban tan dentro de tu vida como para que ahora sigas extrañándolos en cierta forma, y de quiénes sólo por trato diario apreciabas pero que ahora te sientes mejor sin ellos.

No conté lo que me sucedió por diversas razones, entre las cuales está que era demasiado largo el chisme, que me llenaba de enojo cada vez que lo contaba porque me hacía recordar lo sucedido, que igual y no tenía caso porque así como otros le dieron "poca importancia"(aja), yo debía hacerles ver que a mi también me daba igual, aunque en su momento y hasta ahora, me sigue llenando de coraje el recuerdo.

Por ahora sólo siento que, en una parte de mi, no demasiado pequeña, ni demasiado profunda, quisiera que con cierta persona las cosas regresaran a estar bien, porque significó para mi lo suficiente como para extrañar ahora aquellos días, que fueron pocos realmente si nos ponemos a pensar en cuán grande es la vida, pero que me trajeron tantas satisfacciones, que me hicieron sentir bien, porque es difícil que yo llegue a sentirme realmente bien con algunas personas en tan poco tiempo.

Lo que pasa es que, no sé por ahora lo que debo hacer, porque sí sé lo que quiero, pero nunca he sido demasiado orgullosa como para dejar a un lado para siempre algo que me importó alguna vez demasiado, porque siempre he pensado que algunas cosas merecen una segunda oportunidad, pero por esa misma razón algunas veces han querido menospreciarme, y entonces es ahi cuando me he alejado por completo, pero mientras, quién me quita el malestar y el sentimiento de culpa conmigo misma por haber dejado que me trataran como tonta, aunque sea por un muy corto tiempo.

Por lo general(más no siempre de los siempres) sé cuándo y a quienes perdirles disculpas o perdón, obviamente considerando si debo hacerlo o quiero hacerlo, incluso ambas, no? entonces lo he hecho. Incluso hay veces que he sentido que no debo o que no tengo por qué, pero entonces utilizo la empatía para comprender las situaciones; finalmente me aguanto el orgullo y voy con aquellos a quienes haya ofendido, lastimado o enojado, y lo hago.

Pero es horrible que la gente se aproveche de que uno tiene una buena intención, entonces su ego o su maldita soberbia les hace mandarnos al carajo y ocupar nuestra "redención" como papel para limpiarse el culo después de haber defecado en nosotros mismos.

Eso me calienta, y entonces crece en mi el enojo, porque no me gusta que me hagan algo que yo no les hago, porque me emputa enormemente que se crean tan perfectos que juzguen de una manera tan culera a uno, porque me enoja que si yo estoy haciéndo lo posible por enmendar algun error mio, ellos no intenten ni tantito hacer lo mismo, o mínimo escuchar.

Sé que no todos somos iguales, pero vamos, cuando alguien o algo te importa de verdad, tratas!!! tratas de que las cosas estén bien, O ESTOY EQUIVOCADA???

La verdad yo sí quisiera ir y hablar con esa persona, no ir a disculparme porque ya lo intenté una vez, pero me fue mal, y no porque lo mereciera; hablar y tratar de que por primera vez él me diga las cosas de una manera adecuada, que me haga ver las cosas que le molestan de una manera en que yo pueda decirle: ok, te entiendo, de hecho ya te había entendido, pero no me diste oportunidad de explicarme, ni de disculparme, te pusiste a juzgarme tan feo que te valió madres lo poco de caballero que había en ti y me trataste mal, me lastimaste con tu actitud hacia mi. Sé que me equivoqué en ésto y aquéllo, pero tú también hiciste mal en aquello y lo otro, ambos somos igua de culpables, así que quisiera que las cosas volvieran a ser como antes, claro, si tú también lo quieres. Quiero que vuelvas a importarme de la misma manera que antes, incluso no creo que me cueste mucho, porque si así fuera, mejor no te estaría diciéndo todo ésto.

AHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!...

mierda!

ESTOY ENOJADA DE NUEVO PORQUE SIENTO IMPOTENCIA, y no porque ralmente no pueda hacer algo, sino porque en serio no sé si debo.

Me enojo porque siempre he hecho las cosas que siento que debo hacer, esté mal o no, las hago, porque sé que intentándolo me voy a sentir mejor, por eso hice aquello de disculparme, pero fue en vano, y me senti mal, muy mal, entonces en ésta ocasión tengo miedo de volver a sentirme así.

Y es que no es el hecho de que te rechacen, sino la manera en que lo hacen, porque ya sé que no somos monedita de oro para que nos acepten siempre, pero tampoco valemos tan poco como para ser irgnorados como si fueramos cualquier basura a la cual se le puede tirar o patear sin más.



Bueno, ahí está lo que escribí hace tiempecillo...


FIN :|

NOTA: el texto encerrado entre comillas iba a ser enviado con el mensaje, pero fue omitido y borrado por... supongo que cobardía o vergüenza.



1 comentario:

Abril dijo...

Chica, haz lo que tu corazón te dicte... déjate llevar por él... toma tu decisión y no te arrepientas.

Un abrazo.